Los restos del castillo se localizan en la parte superior de un destacado cerro que forma parte de los relieves residuales que se sitúan entre la paramera y la margen derecha del río Urbel, es un cerro individualizado del resto del relieve con pendientes escarpadas de difícil acceso que se suavizan en la vertiente O, sus laderas están cubiertas de un espeso manto de pradera natural. Desde este asentamiento se ejerce un amplio dominio visual y estratégico en todas las direcciones. Se trata de un torreón de planta poligonal que ocupa prácticamente toda la plataforma sobre la que se asienta, está construido con sillares de piedra caliza trabados con argamasa, y tiene 8,50 m de largo y 2,60 m de ancho por 0,85 m de grosor en los muros.
La puerta de entrada se encuentra en el lienzo SO, en cada una de los paramentos mayores hay una ventana con arco apuntado. La torre tenía dos pisos de altura, en el interior se observan dos filas de canes y escaleras talladas para acceder, en la parte superior de los muros aún se conservan algunas almenas. En la ladera S, se observa un muro de defensa realizado en mampuesto calizo de unos 3 m de altura. Sobre una plataforma inferior, en la vertiente SO, se ven restos de otra línea de muro prácticamente cubierto por la vegetación que en algunos tramos ha sido descubierto intencionadamente por una serie de catas que siguen el desarrollo de este muro defensivo.
En la caída de la vertiente SO se documentan escasos fragmentos de cerámicas realizadas a torno con cocciones oxidantes y reductoras. Según la referencias bibliográficas, Cadiñanos (1987), este castillo posiblemente fue levantado a principios del siglo XI, el edificio actual es de periodo gótico, concretamente entre los años de transición del siglo XIV al XV.Datos tomados de las fichas de inventario.
Dirección Gral. de Patrimonio Cultural. Junta de Castilla y León. (servicio.jcyl.es/pweb)