Con un paisaje alterado por la supresión de arroyos y de su vegetación arbórea, arbustiva o herbácea como consecuencia de la concentración parcelaria. El campo es más uniforme y poco se distinguen sus partes entre sí, a excepción del río y su ribera, de algunos altos y de los puentes.
Hubo al parecer establecimientos humanos en algunos puntos del territorio de Sandoval ya desde el Neolítico (Olmos y Fuente Bendita) y otros en el periodo del Bronce (Ojalba). Más reciente sería el caserío en la atalaya del Alto de San Millán, quizá con el primitivo nombre ibérico de Zendabal o Zandabal: ‘sobre o junto al soto’
Desde el siglo VIII a. C., frente a los cántabros moreccanos de Amaya, celtas turmogos o turmódigos (‘ganaderos’) vendrían a asentarse al pie de la primitiva atalaya, incorporando como defensa el promontorio del Torrejón.
Del siglo IV al VI d. C., algún senior (señor) pudo establecer, junto al primer asentamiento, una grania.
Ya en el siglo IX, sobre una población que no se retiró tras la cordillera ante la ocupación musulmana