Localidades

Villegas

Cuando la Economía tenía un sentido autárquico, esta enorme parte de la Meseta superior de España, conoció siglos de gran prosperidad, llegando a ser estas villas y ciudades las más ricas del Reino. Así se demuestra por el muy valioso patrimonio cultural y artístico que, a pesar de los expolios sufridos, gozamos en el día de hoy.

Esta región fue antaño un bosque cerrado de encinares y de robledos, de hayedos, olmedas y salcedas; razones políticas operaron la conversión del bosque al labrantío y a la dehesa, consiguiendo unas espléndidas paneras y bodegas y un hombre de cultura agraria.

La actual personalidad de Villegas tiene muy poco que ver con las normas precristianas y de Celtiberia. Nuestra villa nace a mediados del siglo IX, en un momento concreto de ese doble fenómeno que llamamos Reconquista y Repoblación, que en las orillas del río Brullés acabó por el año 880.

En esta época, el Conde Diego Rodríguez, funda una Villa bien defendida a la que da su nombre: Villadiego. Castilla llevaba quince años caminando, desde el 15 de Septiembre del año 800, en el Valle de Mena. En el año 850, Castilla está en los páramos y el rey de Oviedo envía un Conde para que la dirija. Viene el Conde Rodrigo que en el año 860 conquista Amaya. Los foramontanos, es decir los que abandonan y cruzan los montes cantábricos buscando a España, su pan y su vino y su libertad, se establecen en aldeas sencillas, en las grandes extensiones de la Bureba, los Páramos y los ríos mesetarios. La obra que continúa don Diego, hijo de don Rodrigo, que funda en el 884 la ciudad de Burgos que cierra las defensas por el Oriente. Mientras tanto el Conde Nuño Nuñez asienta con firmeza la villa y castillo de Castrojeriz.

Un día se presentaron en Villadiego un grupo de familias al Conde Diego. Venían de las montañas, de las Asturias, de Santillana y buscaban un puesto bajo el sol para asentarse, colonizar la tierra y sumarse a los ideales de la joven Castilla que a todos recibía y trataba por igual. Los dirigían dos personajes caracterizados: Egas y Mauronta. El Conde les asignó un sector, una legüa más abajo de Villadiego, sin salirse de las orillas del Brullés. Las familias se asentaron y se aplicaron a amojonar sus términos, a reunir materiales endebles, barro, ramajes para levantar sus chozas, para construir un templo rural y alzar una torre en la que un hombre estaría atento por si venían los temidos árabes. Cuando acaban sus labores y señalan las tierras del común y las tierras de la familia, habían nacido dos nuevas Villas: VILLEGAS (Villa de Egas) y VILLAMORÓN (Villa de Mauronte).

Villegas

Fiestas y celebraciones

San Isidro Labrador - 15 Mayo

Santa Eugenia – 29 Diciembre