En el pueblo de Castrillo de Murcia (Burgos) se celebra la Fiesta del Colacho, declarada de Interés Turístico Nacional en 1978.
Se celebra anualmente desde el miércoles víspera del Corpus Christi hasta el lunes posterior al domingo de su infraoctava.
Se trata de una tradición milenaria, con numerosos elementos paganos que fueron aprovechados desde su propio contexto cultural para exaltar a la Eucaristía: en 1621 se fundó en la localidad la Cofradía del Santísimo Sacramento quien hasta el día de hoy es la responsable de la continuidad de la tradición.
La fiesta se manifiesta hoy como una representación alegórica entre el bien y el mal. La figura del Colacho que representa al diablo destaca por su colorido y actuación provocativa; Por el contrario el Atabalero interpreta un ancestral ritmo, convocando la celebración y junto con la presencia de la Eucaristía representan el Bien.
El acto más singular a nivel universal tiene lugar en la procesión eucarística del domingo de infraoctava, en el que destacan en las calles altares y colchones sobre los que esperan bebes de menos de un año a ser “saltados” por la figura del colacho, y bendecidos por la Eucaristía: la interpretación popular de esta singular alegoría sitúa en este acto la huida del Mal y la llegada del Bien a los recién nacidos.
En 2016 la fiesta se celebra desde el 25 al 30 de mayo. El dómingo 29 tiene lugar la procesión ecucarística durante la cual el Colacho salta por encima de los niños nacidos en el año anterior, que son a continuación bendecidos.